La base de la proyección, CONFIANZA. –
En estos 15 años de caminar por tambos e industrias lácteas hemos podido ver grandes inversiones caer y pequeñas inversiones crecer. Vi muchos amigos productores afirmarse en sus convicciones de éxito y subir escalonadamente en el rubro, así como también enormes inversiones caer y cambiar actividad del día a la noche.
El mundo lechero es un rubro sacrificado, pero sumamente apasionante, te regala la posibilidad de subsistir gracias a la vida que nace del vientre de las vacas y fluye a través de sus ubres. La leche está viva y es vida que desde el tambo alimenta a todo el país, y aún más allá, poniendo en el centro, el bienestar animal, la base de nuestra industria. El Rubro lechero este hecho de amaneceres fríos y atardeceres sumamente calurosos, de muchos días de entrega, de perseverancia y dedicación.
En todo este contexto, habiendo conocido tantas historias, no dejamos de preguntarnos, que es lo que diferencia el éxito de un emprendimiento lechero de otro, y la conclusión que hoy les compartimos puede ser discutida o enriquecida con sus perspectivas o visiones.
Mi humilde visión de asesor y amigo de mis clientes que invierten en el equipamiento para el ordeño, me llevo a notar que el éxito de un emprendimiento tambero, poco tiene que ver con el “monto” de la inversión inicial, con la enorme “infraestructura” o con la cantidad de innovación, sino más bien tiene que ver, con la CONFIANZA
SI, la CONFIANZA
La CONFIANZA en este rubro tan noble, donde lejos del maltrato, las vacas son el centro de nuestros esfuerzos productivos. CONFIANZA de que la leche y sus derivados, seguirán siendo parte esencial de la alimentación de todas las generaciones y un bien imprescindible, por eso siempre necesario, tanto que, a pesar del encierro y cuarentena, no habrá pandemia o dificultad que lo frene.
La CONFIANZA de sentirse respaldado, con un equipo de trabajo que da lo mejor de sí, familias enteras que entregan lo mejor, para sacar adelante el proyecto productivo que les ocupa y ayuda a progresar. Seres humanos de oro que, en pos de la productividad y el sustento, adoptan el ritmo de vida que el tambo les exige y se realizan con este.
La CONFIANZA en que pronto va a llover (o escampar), en que la plantación va a salir como esperamos, o en que el trabajo que se hace para prevenir las pestes salvaran a nuestras vacas de enfermarse. La CONFIANZA en que los pasos que dimos fueron los acertados, no importa cuán grandes o pequeños hayan sido.
Y con esta premisa LA DE LA CONFIANZA, me propuse, y propuse a los míos trabajar, porque no hay sueños pequeños, pequeñas quintas ni “pequeños productores” los desvelos de cada quien, no importa que tengan 100 o 2 vacas son importantes para nosotros, porque todos los proyectos implican sacrificios y renuncias, y son potencialmente el sustento de muchas familias y el progreso de varias almas.
Por eso me atrevo en este humilde espacio a invitarte a CONFIAR un poco más, en las propias fuerzas y en las potencialidades de este sector, que, aunque achacado y con sus subes y bajas, insiste, subsiste y persiste, más allá de las dificultades, crece y vio crecer generaciones y generaciones.
La Confianza, de que estamos HACIENDO PATRIA desde el TAMBO.

Fernando Zavan, Familia Aquilea, Todo Para Su Campo

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